Desidia y norma de la vida...
El insomnio ahora se transforma, es mi aliado y me da alivio. Acompañada por un amante de la plática nocturna. Conversación literaria y natural. La belleza de ésta noche se quedará como la escencia de una deliciosa bebida en mi alma.
Sobresale su voz del silencio profundo.
Mis sentidos se pierden en él.
La despedida está próxima y no quiero que ésta noche termine. El susurro oscuro proveniente del otro lado del auricular me llama deseando, requiriendo mi presencia. Me espera, me ama, me desea.
Y yo le quiero para mí.
Degard, 4 de mayo de 2005
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